No se pueden olvidar las tardes cuando el sol reflejaba en el asfalto y quemaba la piel, esperando en silencio de la siesta de enero a los jugadores llegando desde lejos de a tres. Alguien suspirando cuando un salto era eterno y el ruido del aro rompia el silencio del calor... los ojos de los rivales queriendo distinguir quien es el mejor... Todo dejaba de existir, el unico en quien se podia confiar era en el jugador de tu mismo barrio.. Se podra decir que Dios puso a las almas del basquet en un mismo escenario...
Desde los Leones Corcho, paco y la magia de Talo, sin faltar de Villa Cabello el colo con su hermano, y Air Benitez no podia faltar, y ahi la rivalidad donde Batista supo estar, desde la chacra Cucho y Pantera tambien Beco, supieron demostrar como se deja el alma en un lugar donde no existe mejor ni peor, todas estas leyendas nos dieron la oportunidad... Mario batallando y marcando el lugar, Fernando muy joven esperando, demostrando y ganando su oportunidad, porteño y maxi todos los detalles organizando, Marcelo y El Gladiador sabian q tenian que jugar.. Los niños trayendo botellas de agua por minuto, podian sentir la importancia del lugar..
Guazupi Streetball se tuvo que llamar, el escenario donde las almas no fueron mejores ni peores, donde todo el que pudo entrar, quedo en la eternidad por poder estar en ese bendito lugar...
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